El Show de Picadas vibra el finde en Posadas...

El Autódromo Rosamonte de Posadas se convirtió una vez más en escenario de pura adrenalina y velocidad con el Festival Sudamericano de Arrancadas, que regresó a la capital misionera del 26 al 28 de septiembre.
Durante tres días, más de 200 autos provenientes de Argentina, Brasil y Paraguay se dieron cita en la provincia para ser parte de un espectáculo que, lejos de las calles, se corre en un marco de seguridad y organización profesional.
Tal vez te interese leer: La tercera edición del Festival Sudamericano de Arrancadas llegará a Posadas con más de 200 autos de Argentina, Brasil y Paraguay
Popularmente conocidas como “picadas”, las carreras de arrancadas son una disciplina del automovilismo que convoca multitudes en toda Sudamérica. La propuesta de llevarlas al autódromo le otorga un valor adicional: además de la competencia, se genera un espacio de encuentro entre pilotos y equipos que comparten la misma pasión por la velocidad.
En esta edición, pilotos de distintos puntos de la región ofrecieron sus testimonios sobre lo que significa participar de un evento de esta magnitud. Desde la experiencia de corredores con décadas en la actividad hasta la emoción de quienes debutan en una pista internacional, las voces de protagonistas muestran el verdadero espíritu del festival.
La pasión hecha tradición en Misiones
Uno de los representantes locales es Hugo Escalada, piloto posadeño con más de dos décadas en la disciplina. Trabaja profesionalmente como abogado y desde hace ya muchos años que sigue la pasión por los motores, que lo define como “un hobbie”. Compite en la categoría de 9 segundos con un Fiat Super Europa clásico, vehículo que conserva su esencia original pero con un motor preparado para la competencia.
Escalada ya es un habitué de estos encuentros: participó en las primeras ediciones en Misiones, donde llegó a consagrarse campeón sudamericano en la categoría de ruedas pequeñas. “Tuvimos buenas y malas experiencias. En el primer sudamericano tuvimos un infortunio con un auto, pero después seguimos compitiendo con otro Fiat y ganamos el campeonato. En la segunda no pude, y ahora vengo otra vez con este clásico, con las mismas ganas de siempre”, relató.
“Las expectativas son, como siempre, juntarnos con amigos. Esto difiere mucho de lo que son otras competencias de motor. Acá hay mucha amistad, mucha camaradería, gente conocida. Si bien se compite, no es lo mismo que las carreras de pista o rally. Acá el vínculo humano es muy fuerte”.
Tres décadas de velocidad desde Buenos Aires
Desde José C. Paz (Buenos Aires) llegó Jorge Bihurriet, un referente de la disciplina con más de 30 años de experiencia. Corre en la categoría libre con un Ford Falcon, un vehículo armado durante la pandemia que hoy está entre los más potentes de la competencia.
“Corro hace más de treinta años. Para mí es un hobby, algo que empecé de chico y nunca dejé. También soy mecánico, así que de alguna manera está relacionado con mi trabajo. Este Falcon lo armé hace cuatro años, justo en plena pandemia. Antes tenía otro auto con nitro, pero este lo preparamos para competir en la libre trasera”, contó.
El piloto bonaerense participó en escenarios de todo el país, incluso en el Autódromo de Buenos Aires. “Anduvimos por todos lados, y la experiencia siempre es positiva. Después de tantos años seguimos entre los más rápidos”, comentó.
Sobre su vehículo, detalló: “Tiene un motor Ford de seis cilindros, una caja manual de relación recta, electrónica específica y un diferencial preparado. Todo adaptado para sacar el máximo rendimiento en pocos segundos”.
La visita a Posadas fue su primera vez en Misiones: “Salimos el miércoles, llegamos el jueves al mediodía y nos quedamos hasta el lunes para aprovechar. Es toda una logística viajar con los autos, equipos y familias, pero vale la pena. El autódromo está muy bueno y la gente de Misiones es excelente, siempre predispuesta a ayudar”.
Juventud y herencia familiar desde Paraguay
Otro de los participantes es Alejandro Verón, piloto de Asunción (Paraguay), que compite en la categoría de 4,4 segundos con un Subaru. Su historia refleja la continuidad de una pasión familiar: su padre fue corredor y ahora él toma la posta.
“Esta es mi primera vez en Posadas. El año pasado vino mi papá a correr y ahora me toca a mí. Estoy muy contento, con la expectativa de hacer un buen tiempo y representar a Paraguay de la mejor manera”, señaló.
Verón destacó la importancia de representar a su país: “Soy el único piloto paraguayo en esta edición, así que siento la responsabilidad de dejar todo para obtener un buen resultado. Hace un año que construimos el auto y ya estamos girando en cinco segundos, lo que nos motiva a seguir mejorando”.
El joven piloto, que trabaja en una empresa de venta de vehículos en Asunción, resaltó el nivel del circuito misionero: “El autódromo está muy bien, seguro, limpio y con un buen asfalto. Es ideal para este tipo de competencias. Eso hace que la experiencia sea aún más positiva”.
Oportunidades y debuts en la pista
El posadeño Gastón Scheller se presentó en la categoría de 7,5 segundos con un Chevrolet Celta, un proyecto en el que trabajó durante más de dos años y medio y que por fin pudo estrenar en esta edición del sudamericano.
“Es la primera vez que pongo este auto en pista. Todavía lo estamos probando, ayer lo corrimos un poco y anduvo bien, aunque yo fallé. Es todo muy nuevo para mí, nunca había corrido con un auto tan preparado, así que la expectativa es aprender y disfrutar”, confesó.
El piloto, que se dedica al trabajo rural fuera de las pistas, remarcó que para él el automovilismo es un hobby: “Intento disfrutar cada detalle, cada mejora en el auto. No es un trabajo, es una pasión que me acompaña desde siempre”.
Esfuerzo correntino con apoyo chaqueño
Desde Corrientes capital, Elías Zigarán llegó para correr en las categorías 9 y 10 segundos con un Volkswagen Scirocco. Forma parte de un equipo que reúne a pilotos de Corrientes y Chaco, con un total de seis autos en competencia.
“Es mi segunda vez corriendo. La primera fue hace apenas tres semanas en un provincial que se hizo acá en Posadas. Como en Corrientes la pista de 200 metros está cerrada por refacciones, vine a Misiones, que es el lugar más cercano para probar el auto”, explicó.
Si bien su vehículo es más modesto en comparación con otros de la categoría, Zigarán destacó la importancia de estar presente: “El mío es el más tranquilo del equipo, tiene escape completo y filtro de admisión, con unos 270 a 280 caballos en la rueda. Los demás corren con turbos más grandes y combustibles especiales, pero para mí lo importante es sumar experiencia y disfrutar la competencia”.
El Festival Sudamericano de Arrancadas no solo es una competencia de velocidad; es un punto de encuentro cultural y deportivo. Pilotos de distintas edades, trayectorias y nacionalidades comparten pista, boxes y momentos de camaradería.
Para el público, el atractivo es doble: la emoción de ver autos de alta performance acelerar a fondo en pocos segundos y la posibilidad de acercarse a los pilotos, conocer sus historias y recorrer los boxes como parte de la experiencia.
1 of 19