Maestro de El Soberbio quedó detenido por corrupción de menores

Emanuel F., acusado de fotografiar a sus alumnos de séptimo grado, tiene 16 denuncias en su contra. Entre las últimas está la que presentó la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes.
Por Mariangeles Robles, El Territorio
En la última semana, la localidad de El Soberbio fue epicentro de una serie de movilizaciones, como poco se había visto en la provincia en lo que va del año. Las concentraciones respondieron a un único llamado y sirvieron de recordatorio: “Con los chicos, no”.
Las actividades se dieron en repudio a un maestro de séptimo grado de la Escuela de Frontera 617, denunciado por tomar fotografías de sus estudiantes con poses que los menores y sus padres describieron inusuales (haciéndose “los muertos” encima de las mesas, poniendo ojos en blanco, descalzos o sin medias). Según denunciaron, Emanuel F. hacía estos actos dentro del establecimiento educativo y bajo chantaje, a cambio de “buenas notas” o regalos -siguiendo lo que niños y niñas contaron a sus padres y que despertaron inmediato malestar y preocupación-.
El viernes 19 de septiembre se le secuestraron dos teléfonos celulares y se le había notificado de la causa, tras las primeras denuncias en su contra. Finalmente, y una semana después del análisis del material secuestrado en los equipos tecnológicos, la Fiscalía en Ciberdelitos determinó que se lo investigue por corrupción de menores, tal como confirmaron fuentes con acceso al expediente a El Territorio.
La orden judicial para su detención fue inminente y Emanuel F. fue arrestado ayer cerca de las 17.30 en el barrio Alem 2 de Leandro N. Alem, localidad donde prestaba servicios en una oficina administrativa de Supervisión de Educación, luego de haber sido apartado de sus tareas frente al aula.
La primera denuncia hecha el viernes pasado sacudió otras historias y recuerdos, y así hasta ayer Emanuel F. ya tenía 16 denuncias policiales en su contra. Faltaba el peritaje de los teléfonos celulares. Se prevé que tras la detención se dispongan nuevos allanamientos y demás pericias para determinar los agravantes de las conductas denunciadas o si estaría involucrado en algo más complejo.
Aldo Pérez, uno de los denunciantes, relató a El Territorio que padres de promociones de años anteriores de la escuela también sumaron sus acusaciones, lo que revelaría que las prácticas se sostenían hace años. Entre las últimas presentaciones, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de la provincia hizo una ampliación de denuncia en la Comisaría de la Mujer de El Soberbio el martes pasado.
El caso despertó preocupación en una decena de padres luego de que una de las niñas confiara a su madre que “pasó una vez más”. Hacía referencia al encuentro que su maestro les habría obligado a hacer para tomar fotografías con movimientos por demás extraños.
De inmediato, el grupo tomó la posta de la situación y radicaron una primera denuncia en la Comisaría de la Mujer el 19 de septiembre. Inicialmente fueron tres y, para entrado el lunes por la tarde ya eran diez las denuncias.
Según confió Aldo Pérez a este medio, lo que también preocupó fue que, ya en junio, una madre de las estudiantes de séptimo advirtió de la situación a una maestra de la escuela para que ésta elevara la inquietud a sus superiores. “Pero no tomaron el caso con la gravedad que tenía y no hicieron nada”, resumió el padre.
“Cuando una madre acudió a la escuela en junio por esta situación, la maestra le dice que ella iba a hablar con el maestro Emanuel, que no se iba a repetir”. Sin embargo, la respuesta que recibieron fue por demás indignante: “Cuando vuelve tras esa charla dice que el docente pedía disculpas, que no lo iba a hacer más y que lo entendieran porque él tenía gustos raros. Esa es la frase que nos retumba en la cabeza”, reprochó Aldo en una entrevista en Radio Up.
El silencio habría sido el código que se mantuvo por varios meses y, según denunciaron, con complicidad de otro docente de informática, “que permitía que este pedófilo saque a los estudiantes de su clase para sacarles fotos”, repudió en otro tramo de la conversación.
Atenta a estas denuncias, fue que el martes pasado, y por disposición del Consejo General de Educación (CGE), tanto el denunciado como los maestros apuntados por inacción y la directora del establecimiento, Elizabeth D. M., fueron apartados preventivamente de sus cargos. La Escuela 617 permanece intervenida desde esa fecha, con dictado normal de clases, aunque esta semana los estudiantes del séptimo grado no asistieron.
Secuencia de denuncias
Sobre la dinámica de estas prácticas denunciadas, Pérez relató que “les pedía que se quiten ropa, que se pongan arriba de una mesa, que pongan los ojos en blanco como si estuvieran muertos y ahí les tomaba fotos. En un principio se hablaba de fotos de los pies, pero también había del rostro, de las manos, de los ojos. Por lo que esto nos daría indicios de que el tipo comercializaba esas imágenes”, sospechó.
Esto último todavía es investigado por la Justicia misionera. Para ello permanecen incautados los teléfonos celulares del sospechoso.
La situación afecta, de primera mano, a los alumnos, y es por ello que desde la Fiscalía en Ciberdelitos también se requirió que las menores tengan entrevistas en Cámara Gesell, para contar lo vivido pero acompañadas por un equipo interdisciplinario y que las contenga.
“Tratamos de que las niñas estén juntas, que no sientan tanto el ambiente raro en la casa, pero hay mucha tristeza. Muchas mamás lloran. Otros padres, en su momento, en lugar de denunciar cambiaron a sus hijos de escuela. Ahora, con la trascendencia del caso, esas familias también se animaron a hablar”, había señalado Aldo en una charla inicial, cuando la causa cobró notoriedad pública.
“Si uno dice solo ‘le sacó fotos a los pies’ o ‘los hacía subirse a la mesa’ parece un juego. Pero si detallamos que el docente hacía posar a los chicos, que les pedía sacarse ropa, porque el calzado y las medias son prendas de ropa, y que estaban solos en la sala de informática, la acusación cobra otra gravedad. Eso puede llevar a que lo detengan”, había anhelado el padre entonces.
Hace un año, otro docente denunciado
Lo ocurrido en El Soberbio, si bien difiere en sus características y dinámica, remite a un episodio que despertó gran repudio en toda una comunidad ocurrido hace apenas un año, en la localidad de Puerto Iguazú.
El docente involucrado tiene casi 29 años de trayectoria y fue denunciado por un hecho de abuso sexual contra una menor. Una clase de Educación Sexual Integral (ESI) fue clave para que la niña pudiera verbalizar y comprender lo que le habían hecho, y así contarlo a su madre, quien efectuó la denuncia en octubre del 2024.
A partir de ese testimonio, otros estudiantes se animaron a hablar. Según denunciaron, el docente había manoseado a varias niñas y golpeado a los varones.
En una reunión posterior, la directora del establecimiento recomendó inicialmente no presentar denuncias para “proteger a los niños”, aunque se levantó un acta institucional con los testimonios. La decisión había generado gran malestar entre los tutores, que insistieron en acudir a la Justicia.
Finalmente, la directora y la vicedirectora radicaron la denuncia en la Comisaría Primera y luego en la fiscalía. El acusado estuvo un mes detenido y fue excarcelado el 6 de noviembre del 2024: desde entonces, según acusaron fuentes que comentaron brevemente de la situación de la causa a El Territorio, el hombre permanece en libertad en la ciudad.
En cifras
16
Es el total de denuncias que el maestro Emanuel F. tiene en su contra hasta ayer, sumando el doble de los que tenía hasta el martes.