Menos palitos, más compromiso político
La propuesta del diputado Javier Mela de reducir el porcentaje de palitos en los paquetes de yerba para “hacer subir el precio” es, sinceramente, una muestra de desconocimiento profundo de la realidad productiva misionera. No alcanza con jugar al ingeniero de laboratorio mientras las familias yerbateras siguen cobrando precios de miseria.
Reducir los palitos del 35% al 25% puede sonar técnico y bien intencionado, pero en la práctica no cambia el corazón del problema: la estructura concentrada de la cadena yerbatera, donde los pequeños productores siguen siendo los últimos en la fila y los primeros en pagar los costos. El valor real de la hoja verde no depende del porcentaje de palo, sino de quién fija los precios, cómo se regula el mercado y quién se queda con la ganancia final.
Mela debería informarse antes de presentar medidas cosméticas que solo maquillan una crisis estructural. ¿De qué sirve un 10% menos de palito si el productor sigue cobrando 200 pesos por kilo mientras los molinos y las grandes marcas multiplican sus márgenes?
Esto no es una cuestión de composición química del paquete, es una cuestión de justicia económica. Y eso requiere una mirada política, no de laboratorio.
Propuestas reales, no maquillaje político:
Si realmente se quiere defender la yerba y a los pequeños productores, hay caminos más serios y transformadores:
1. Reforma integral del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate), garantizando la participación mayoritaria de cooperativas y productores en la fijación de precios y decisiones.
2. Precio sostén real y actualizado por ley, vinculado al costo de vida rural y no al arbitrio del mercado.
3. Fomento al agregado de valor en origen, apoyando cooperativas y pequeñas industrias locales para que la yerba misionera se procese, envase y venda desde Misiones.
4. Control estatal sobre el acopio y la comercialización, para evitar la especulación de grandes empresas que compran barato y venden carísimo.
5. Etiquetado de origen obligatorio, para que el consumidor sepa cuándo está comprando yerba de un productor misionero y cuándo está alimentando un oligopolio.
Si el diputado Mela quiere mejorar la vida de los yerbateros, que empiece por estudiar la cadena productiva completa y escuchar al colono, al tarefero y al pequeño secadero. Menos palitos, sí. Pero sobre todo, menos demagogia.


