El viudo de Adelfa salió de la cárcel, se casó con un hombre y ahora tiene miedo de que le roben su fortuna
Heredó millones de una mujer que le llevaba 58 años y permaneció varios años preso por transportar cinco kilos de cocaína. “El día que yo me muera quiero que le quede todo a mi marido”, dijo a TN.

Reinaldo Wabeke (42) es un hombre que, desde hace casi dos décadas, arrastra el peso de una fama que se forjó en el prejuicio y se consolidó en el escándalo. A sus 24 años, saltó a la luz pública por un hecho tan insólito como con
La historia de Reinaldo con Adelfa, dueña de una cadena de farmacias y miembro de una acaudalada familia, se remonta a su niñez. “Mi querida Delfa amada, la conocí cuando yo tenía cuatro años. Ella era clienta de mi mamá. Mi mamá era bruja, era parapsicóloga”, relató Reinaldo a TN. Esa relación se transformó con el tiempo, hasta que Adelfa, según cuenta, quiso “concretar algo” con él.
El casamiento -28 de septiembre de 2007- desató un vendaval mediático que lo bautizó con apodos hirientes, como “el mata anciana” o “el mata vieja”. Sin embargo, Reinaldo, también señalado como el primer gigoló de la Argentina, siempre defendió la pureza de su afecto. “A pesar que que fue un cariño, un amor que tuve con ella maternal, no por encamarme, como se dijo una y otra vez”, remarcó el santafesino.
“A la Justicia y a la prensa, a ustedes, les gusta el morbo. Es decir, sí, hice el salto del tigre con una señora mayor, me encamé, era un fuego, pero no, era una amistad que tenía con ella. Y fue una persona maravillosa”, dijo.
La unión, que duró poco más de veinte días, culminó con la muerte de Adelfa, poco después de una luna de miel en Río de Janeiro. “Fue un viaje maravilloso. Todos decían que yo la maté en el viaje y nada que ver, porque fue un viaje maravilloso. Tengo los mejores recuerdos de ella”, expresó Reinaldo.
Tras el deceso, él se convirtió en el principal heredero de una importante fortuna, que incluía propiedades y un seguro de vida. “Gracias a ella soy quien soy, gracias a ella tengo un bienestar hasta el día que me muera”, reconoció. A pesar de esto, sostuvo que no le interesa el dinero y que nunca finalizó la sucesión de los bienes. “Si me interesara la plata hoy sería millonario. Y al final nunca hice nada”, agregó.
“Me rodeé de gente vividora todos estos años de mi vida, que me han sacado lo que no he tenido”, indicó. Por ejemplo una propiedad en Mar del Plata, la cual fue “usurpada” por personas allegadas a Adelfa. Reinaldo manifestó que “la mafia de abogados y las amenazas” lo llevaron a renunciar de manera momentánea a la herencia de Adelfa: “Dejé todo a un costado porque mi salud y mi vida valía más que una casa”.


