Argentina enfrenta un nuevo pago al FMI con reservas netas en rojo por más de US$ 10.000 millones
Argentina encara un nuevo vencimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mientras sus reservas netas se mantienen en terreno negativo, en torno a los US$ 11.000 millones, según estimaciones de economistas que aplican la metodología del propio organismo. El pago corresponde a intereses y debía realizarse el 1° de noviembre, aunque será trasladado al lunes, primer día hábil del mes.
El compromiso con el Fondo no es el único desafío financiero que el país deberá afrontar en las próximas semanas. Durante noviembre, vencen además US$ 411 millones con otros organismos internacionales y US$ 29 millones con acreedores privados, en un contexto de extrema fragilidad de las cuentas externas.
El deterioro de las reservas internacionales es considerado por los analistas como el principal punto débil del acuerdo con el FMI. Las reservas brutas cerraron octubre en torno a US$ 40.765 millones, pero al descontar pasivos en dólares, encajes y otros compromisos —según el método del organismo— el nivel de reservas netas se ubica cerca de US$ -10.170 millones.
El programa vigente con el Fondo establece que, para diciembre, el país debería alcanzar un nivel de reservas netas de US$ -3.500 millones, lo que implica que aún faltarían alrededor de US$ 9.500 millones para cumplir con esa meta. Esa brecha refleja la dificultad del Gobierno para acumular divisas, incluso luego de las últimas medidas destinadas a incentivar las exportaciones y restringir la demanda de dólares financieros.
“El Gobierno tiene una tarea pendiente en materia de acumulación de reservas”, advirtió el economista Martín Polo, al analizar los desvíos respecto de los compromisos asumidos. Según su lectura, la falta de divisas no solo compromete las metas con el FMI, sino que además incrementa la vulnerabilidad cambiaria y presiona sobre el tipo de cambio oficial.
En este escenario, los especialistas coinciden en que el país deberá apelar a mecanismos fiscales y financieros que permitan reforzar las arcas del Banco Central: emisión de bonos en moneda extranjera, control del déficit comercial y reducción de la formación de activos externos aparecen entre las estrategias más urgentes para evitar una nueva tensión cambiaria antes de fin de año.


