La pugilista misionera que peleó con Locomotora Oliveras y entabló una amistad afuera del ring

29/07/2025
La pugilista misionera que peleó con Locomotora Oliveras y entabló una amistad afuera del ring

Silvia Beatriz Lescano (45) es de Campo Viera, vive en Posadas y tuvo el ‘honor’ de luchar profesionalmente en el 2010 con la ex campeona del mundo. Esa noche fue un antes y un después en su vida.

Silvia es reconocida como la primera árbitra misionera de boxeo. //Foto: archivo.

Silvia es reconocida como la primera árbitra misionera de boxeo.

 

El adiós de Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras deja un vacío enorme para el ambiente pugilístico y un palmarés que será valorado con el correr de los años. La ex boxeadora nacida en la localidad jujeña de El Carmen fue campeona mundial en tres categorías diferentes, aunque sin dudas que su tarea social abajo del cuadrilátero es lo que más destaca, siendo motivadora y ayudando a los más vulnerables. 

Locomotora, de 47 años, cerró su carrera profesional con récord de 33 triunfos (16 KO), dos empates y tres derrotas (sin KO), mostrando siempre un estilo agresivo y contundente en el ataque. Y precisamente en esa tarjeta se puede contar la pelea que tuvo con una misionera. 

Se trata de Silvia Beatriz Lescano, de 45 años y reconocida como la primera árbitra misionera de boxeo. La oriunda de Campo Viera vive actualmente en Posadas junto a su familia y el 23 de julio de 2010 se dio el gusto de pelear con Oliveras en la categoría Súper Ligero, junto antes de que Locomotora se lleve el título mundial superligero de la WBC. 

Esa noche en el club social y deportivo Peñarol de la ciudad bonaerense de Guaminí, Lescano apenas aguantó un round en una de las peleas destacadas de la velada. Pero la experiencia fue mucho más que unos guantazos. 

“Peleaba para la federación brasileña porque en su momento hubo un inconveniente con la federación argentina cuando quise hacer mi licencia. Opté por el país vecino, con la de Curitiba”, inició la charla. 

“Tuve el honor, el privilegio de conocer a Locomotora y la posibilidad de pelear con ella. Más allá del resultado la experiencia fue muy linda en lo deportivo y sobre todo en lo personal”, recordó, para luego emocionarse con los recuerdos de aquellos días.

“Haber compartido el almuerzo después del pesaje con todos los boxeadores que compitieron en ese evento fue único. Se mostró como una persona excelente, ella dejó muchas cosas buenas para no olvidar”.

“Cuando termina una pelea, abajo del ring somos todos amigos y ahí está la experiencia inolvidable que me quedó. Compartimos la cena, fuimos a tomar helado y entablamos una amistad muy linda que se mantuvo con el tiempo”.

“Fue maravilloso compartir con Locomotora y estuvimos comunicadas desde aquel entonces. Siempre seguí su carrera, incluso cuando ella decidió alejarse del país. Jamás dejó de ser la buena persona que siempre fue, duele mucho despedirla”, se emocionó. Y no es para menos. Hoy esa pelea figura como la 18ª en la carrera de Oliveras. 

Lescano se dedica actualmente al rubro gastronómico, aunque nunca dejó de lado su costado pugilístico. Junto a su familia montaron un ring en el patio de su casa -ubicada en el barrio Cocomarola Este- y pusieron en marcha una escuela municipal de boxeo para personas de todas las edades que buscan conocer la disciplina y abandonar los malos hábitos. 

“Es algo lindo, te lleva a conocer muchas personas”, reconoció la pugilista que tuvo el honor de pelear con Oliveras y que al mismo tiempo siguió su legado social. El de no dejar de lado al que lo necesita. 

El Clima en El Soberbio