Santo hizo "la plancha" y terminó segundo...

19/05/2025
Santo hizo "la plancha" y terminó segundo...

Un rato antes de las 20, cuando el escrutinio alcanzaba el 90%, Leandro Santoro apuró el paso hacia la sala de prensa montada en Ferro. Estaba previsto lo inverso: que los periodistas pasaran al microestadio, donde esperaban los dirigentes y militantes un resultado distinto al que se confirmaba en ese momento. No hubo acto ni aviso a los presentes de que se levantaba. Nadie apareció por el escenario.

“Las urnas han hablado. Han expuesto una decisión que es inapelable”, reconoció de entrada el candidato de Es Ahora Buenos Aires. Como había advertido el propio Santoro en el acto de cierre en la Facultad de Medicina, en el peronismo esperaban una elección pareja, con un ganador por poco margen. Era una manera de bajar la expectativa de un triunfo amplio. Lo que no preveían era que Manuel Adorni triunfara por casi tres puntos y que la lista encabezada por el diputado de Unión por la Patria apenas superara los 27. Hace dos años, para jefe de Gobierno, había sacado 32%.

“Se ha cerrado el ciclo del abandono. El PRO dejó de representar a la mayoría de los porteños”, buscó Santoro focalizar un tramo de su breve discurso en la crisis del PRO a partir de la mala elección de la boleta liderada por Silvia Lospennato.


Lo complementó con que su espacio ganó en seis comunas y sumó dos bancas en la Legislatura. En su expresión y la de los dirigentes que lo acompañaban no había nada que celebrar.

Con Juan Manuel Olmos como armador y jefe de campaña, la apuesta de Santoro apuntaba a que el resultado funcionara como el primer paso para la construcción de un frente anti libertarios y macristas para disputar con posibilidades la jefatura de Gobierno dentro de dos años. Hablaba de ampliar el espacio y armar el “porteñismo”, con el modelo del cordobesismo de José de la Sota y Juan Schiaretti, continuado por Martín Llaryora, exitoso en una provincia con un electorado de impronta antikirchnerista.

Sin rastros del peronismo
Santoro y Olmos articularon una campaña sin rastros de peronismo, desde el nombre Es Ahora Buenos Aires y el color verde en lugar del celeste histórico. Primero en intención de voto según la mayoría de las encuestas, hizo contados actos sin la participación de referentes nacionales ni porteños. En la presentación de su libro El maxiquiosco, en el que denunció los negocios con las concesiones en la Ciudad, apareció solo en el escenario.

En el cierre en Medicina, únicamente lo secundó Claudia Negri, una médica con perfil académico que en 2023 había apoyado a Martín Lousteau según remarcaba el propio Santoro. La tensión con el peronismo quedó expuesta en el final del acto, luego de que se retiraran los candidatos. Mariano Recalde, Eduardo Valdés y otros dirigentes de las primeras filas se despacharon con la liturgia peronista y entonaron la Marcha.

Con el propósito de tomar distancia del kirchnerismo, durante toda la campaña evitó hablar de Cristina. “No es su distrito y no se planteó su participación, como la de ningún dirigente nacional, porque estamos trabajando en una propuesta exclusivamente local”, había adelantado a fines de marzo en una entrevista con Clarín.

En las últimas semanas la pelea entre libertarios y macristas acaparó la atención. “A nosotros los misiles nos pasan por arriba”, decían en el equipo de Santoro, con la percepción -con el resultado puesto, equivocada- de que esa pelea encarnizada podría favorecer sus chances. Al final mostró cierta reacción con la búsqueda de un doble voto útil, contra el oficialismo nacional y el porteño, para que la disputa no se lo llevara puesto. No le funcionó.

“La perdimos nosotros. Mientras trabajaban el voto estratégico, pensamos que era un problema de ellos. Le robaron la diferencia al PRO y a Marra”, empezaban los pases de factura al caer la noche. Con la expectativa de un resultado favorable, los massistas Malena y Sebastián Galmarini, y Alexis Guerrera iban camino a Ferro y pegaron la vuelta cuando avanzó el escrutinio.

En la sala de prensa Olmos, Recalde y Víctor Santamaría, además de los candidatos, se ubicaron detrás de Santoro. “Nos tocó enfrentar a dos oficialismos en un contexto adverso. Si la crueldad se pone de moda, que no cuenten con nosotros. De ninguna manera vamos a bajar las banderas”, cerró el diputado su breve discurso consumada la derrota.

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