En un contexto de creciente tensión entre el Gobierno y la Confederación General del Trabajo (CGT), el Ejecutivo intenta reabrir canales de comunicación con los líderes sindicales a pesar del anuncio de un paro general y su apoyo a diversas movilizaciones. La situación se ha agravado con la participación de la central obrera en actos conmemorativos y protestas sociales. Esta semana podría dar inicio a un primer intento de acercamiento por parte del Gobierno.

Desde hace meses, la CGT ha endurecido su postura hacia el Gobierno, cortando el diálogo mientras aumentaba su presencia en las calles. A la par del anuncio del paro general, la central obrera se ha sumado a movilizaciones como la que tuvo lugar este lunes por el Día de la Memoria, junto a organizaciones gremiales, sociales, partidos políticos, y agrupaciones estudiantiles.

En este sentido, Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, ha declarado: «Exigimos la libertad para negociar paritarias libres y un aumento para los jubilados». La protesta de este lunes se suma a las recientes manifestaciones a favor de los jubilados, apoyadas por varios sindicatos y que continuarán en las próximas semanas. Para el 9 de abril, la CGT y la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), encabezada por Juan Grabois, planean una masiva movilización en reclamo de mejoras en los haberes jubilatorios.

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En la Casa Rosada, se considera que la tensión se incrementó después de las manifestaciones de jubilados frente al Congreso, que en ocasiones derivaron en disturbios. En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, planea retomar el diálogo con algunos dirigentes gremiales, especialmente aquellos con una postura más conciliadora. Sin embargo, las expectativas de frenar las medidas de fuerza son bajas. «Ellos han tomado una decisión producto de las circunstancias, y es complejo que den un paso atrás», comentó un allegado al ministro coordinador.

Uno de los pocos gremialistas que mantiene contacto con el Gobierno es Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, quien ha mostrado su descontento con el plan de protestas. No obstante, su posición no ha recibido respaldo de otros líderes sindicales. En la reciente reunión de la CGT, se discutieron temas como las asignaciones familiares y los problemas del sector productivo. «Repudiamos la represión policial de la semana pasada», enfatizó Daer, reflejando la postura firme de la central obrera.

El acercamiento del Gobierno a la CGT en medio de un clima de protestas

El Gobierno intenta reabrir el diálogo con la CGT pese a las tensiones por el paro general y el apoyo a marchas. La central obrera ha endurecido su postura y se ha sumado a diversas movilizaciones en reclamo de mejoras sociales. Esta semana podría iniciarse un intento de acercamiento entre ambas partes.

 

 

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