Luego de la breve unidad mostrada por el peronismo en defensa de Cristina Fernández de Kirchner tras la condena judicial que la mantiene con prisión domiciliaria, los sectores del PJ bonaerense reactivaron sus disputas internas de cara a las elecciones del 7 de septiembre. La Cámpora y el Frente Renovador dieron el primer paso hacia un principio de acuerdo, pero el gobernador Axel Kicillof aún no fue convocado formalmente.

“La idea es definir una sola junta electoral de validación de candidaturas para las dos elecciones, así como el sistema de alianzas del mismo”, informaron desde el PJ bonaerense, que conduce Máximo Kirchner. La convocatoria a las distintas fuerzas que integran el espacio se realizaría en los próximos días, en la sede partidaria de la calle Matheu.

Según fuentes del Frente Renovador, “los apoderados del PJ y el Frente Renovador ya trabajan en el diseño del frente para la provincia de Buenos Aires”, y no se descarta que el nombre de la alianza sea simplemente “Peronismo”.

Sin embargo, en el entorno del gobernador Kicillof marcan distancia. “El gobernador se va a poner a armar las listas, y por supuesto, va a hacer una convocatoria a las demás fuerzas. Pero la lista a los cargos provinciales las va a armar él, y no al revés”, remarcó un dirigente cercano al mandatario.

El tándem K-Massa proyecta iniciar reuniones este martes con otras fuerzas, como Nuevo Encuentro, El PSOL, Patria Grande y el flamante Movimiento Derecho al Futuro, que lidera el propio Kicillof. Pero lo incluyen como una fuerza más, lo que molesta en el entorno del gobernador.

En el fondo, la disputa remite a una vieja discusión sobre la conducción del peronismo en la provincia. Mientras el sector de Kicillof sostiene que “en la provincia debe conducir el gobernador”, desde La Cámpora remarcan que “la líder es y será Cristina”, aun en su situación actual.

El plazo para presentar alianzas vence el 9 de julio, y diez días después deberán oficializarse las listas. En ese marco, las posibilidades de una unidad real son cada vez más reducidas. “Ellos armarán una propuesta y veremos si Provincia es parte o no”, advirtieron desde el gobierno bonaerense. “Esto es día a día”, reconocen, mientras se agota el margen para negociar.

Tres escenarios en juego

Desde los distintos espacios reconocen tres caminos posibles. El primero, considerado improbable, sería que el kirchnerismo decline su intención de liderar el armado y se habilite una verdadera unidad. “La unidad es con Cristina a la cabeza”, insisten desde La Cámpora.

El segundo escenario, más probable, es que haya listas separadas: un bloque kirchnerista-massista y otro encabezado por Kicillof. “Si no lo resolvemos ahora, se resuelve en el 27. En algún momento hay que saldar la interna”, expresaron dirigentes cercanos al gobernador.

Una tercera alternativa sería que el kirchnerismo imponga una lista única, con La Cámpora liderando, lo que podría empujar a intendentes alineados con Kicillof —y quizás a otros sectores— a presentar listas locales por fuera del armado oficial. “Si nacionalizamos la elección, nos gana Milei”, alertan desde el sector axelista.

Pese a la retórica de unidad, lo que predomina es un clima de ruptura. “Tenemos dos visiones contrapuestas”, aseguran desde ambos bandos. Y mientras Kicillof y Cristina se niegan a ser conducidos por el otro, en los niveles inferiores nadie está dispuesto a ceder. “La única que lo puede acomodar es Cristina”, dicen cerca del gobernador. En respuesta, los K replican: “Si no hay unidad, el único culpable es Axel”.

 

 

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